domingo, 9 de octubre de 2011

ASICITO NOMAS EN AQUÍ NOS HABLAMOS El habla del español en el occidente boliviano

ASICITO NOMAS EN AQUÍ NOS HABLAMOS
El habla del español en el occidente boliviano




Mgr Sc Johnny Campos Lora
Sincretismo andino en el lenguaje
La  pluriculturalidad boliviana, hace del idioma español un idioma permeable ante las diferentes lenguas originarias con las que se mezcla, configurando una manera particular de hablar, de expresar y de relacionarse verbalmente.
En occidente, el español se mezcla principalmente con el quechua y el aimara, desarrollemos a continuación cuales son las implicaciones que se entretejen en un sincretismo  gramatical andino.
Máxima distancia lingüística entre el quechua - aimara y el español
El castellano es una lengua sociopolítica y estandarizada con una variedad escrita; mientras que el quechua y el aimara son lenguas etnoculturales y básicamente orales, aún sin una variedad estandarizada establecida. Consecuentemente, mientras el castellano representa a un grupo social con una cultura escrita, el quechua y el aimara representan a comunidades fundamentalmente orales. Por ello, y además de las diferencias estructurales, estas lenguas presentan diferencias culturales, semánticas y gramaticales, lo que constituyen un caso de máxima distancia lingüística, pues desde el punto de vista sociolingüístico, representan diferentes tipos de comunidades lingüísticas (Escobar, A.M. 1990:17).

Diglosia
El concepto de diglosia, tal como es definido por Ferguson en 1959 se apoya en el uso funcional de las lenguas y supone:
1. La existencia de una lengua que se utiliza en la comunicación formal (literatura, religión, enseñanza, etc.);
2. Una lengua poco cultivada, que se usa en las conversaciones normales de carácter no formal y familiar.
En las situaciones de diglosia juegan un papel decisivo el prestigio y conocimiento lingüístico así como realidades político-sociales determinadas. En la diglosia, la distribución de los dos sistemas en contacto, según ámbitos o situaciones sociales concretas (dominación, imposición política, restricción o prestigio), es desigual. Existe una lengua A que se manifiesta como la lengua dominante y se impone en determinadas funciones o ámbitos respecto de la lengua B, que queda delimitada a usos más restringidos.
Sobre la base de esta definición, se presenta (en el caso del occidente boliviano) la diglosia español como lengua dominante, por lo tanto de prestigio y poder frente al aimara y el quechua como lenguas dominadas y subordinadas.
A continuación desarrollaremos a groso modo el análisis del español andino boliviano sobre la base del texto de Rubén Arboleda Toro (2001:15-40). Los ejemplos son extraídos del contexto boliviano (Potosí, la Paz y la ciudad de El alto).

Inconcordancia de género y número  entre los pronombres y su correlato
Juan: - Cuanto cuesta caserita?
Casera: -  diez peso.
 - ¿Cuando van poner la mapa? frente a ¿Cuándo van a poner el mapa?

Doble negación
Como analiza Gladys Merma Molina (2004:191-211), la doble negación en el español hablado de los andes, tiene su génesis en el idioma quechua.

Nosotros tampoco no somos así, frente a Nosotros tampoco somos así.

Doble posesivo
Doble marcación de la posesión o posesivo redundante
Mis trabajos son míos de mí, frente a mis trabajos
De mi hijo su escuela, frentea la escuela de mi hijo
De mi mamá su hermano, frente a hermano de mi mamá

Uso del posesivo en lugar del artículo en lo concerniente a las partes del cuerpo.
Los posesivos son elementos gramaticales: mío, tuyo, suyo, nuestro, vuestro, que expresan una relación de posesión con algo o con alguien. (Larousse: 2009).

Me lavé mi cara, frente a me lavé la cara
Péinate tu pelo frente a (péinate el pelo)
 Límpiate tus uñas frente a (límpiate las uñas)

Empleo de qué / qué diciendo con función interrogativa causal y modal
Qué en vez de cómo
¿Qué haciendo te has caído? frente a ¿cómo te has caído?
¿Qué diciendo? en vez de ¿por qué?
¿Qué diciendo llegaste tarde? frente a ¿por qué llegaste tarde?
¿Qué haciendo? en vez de ¿cómo?
¿Qué haciendo te has aplazado este año? frente a ¿cómo has desaprobado el año escolar?
¿Qué haciendo? en vez de ¿por qué?
¿Qué diciendo quieres volver conmigo? frente a ¿por qué quieres volver conmigo?
Uso de “no más” como intensificador:
Aquí no más trabajo
¿Qué no más está haciendo?

Uso de “todavía” para indicar acción previa:
 Todavía iré a trabajar
Todavía tengo que decirle a la mamá

Empleo de “en” + locativo
En aquí nos quedaremos frente a aquí nos quedaremos
Mi profesor estaba en allá frente a mi profesor estaba allá
Te espero en aquí, frente a  te espero aquí

Construcciones que responden al esquema: preposición “en”+ posesivo + locativo.
Te espero en su delante de la casa de José
Nos encontraremos en su atrás de mi casa
Pon este cuaderno en su encima de la mesa

Orden sintáctico 'SOV
La lengua española es de tipo SVO. En el español andino boliviano encontramos construcciones gramaticales coincidentescon las que están presentes en quechua (lengua de tipo SOV). Por eso, en las áreas rurales y urbanas del occidente boliviano se suele copiar la construcción sintáctica del quechua o el aimara.
Así encontramos:
a. sujeto-objeto directo-verbo:
Mi mama, la bolsa y la cartera lleva
El carro, el cemento lleva
En la feria, chuño voy vender

b. objeto-verbo. Con las variantes:
- objeto directo-sujeto-verbo
La papa los hombres y las mujeres siembran
La coca los campesinos mascan

Omisión del artículo
Marcha esta larga frente a La marcha está larga

Sufijación apreciativa
Las lenguas cuentan con recursos gramaticales que permiten expresar valores apreciativos, afectivos, connotativos que se vinculan al valor denotativo de las expresiones. Dentro del repertorio de posibilidades que ofrece la lengua para expresar la afectividad, se encuentran las opciones morfológicas denominados sufijos apreciativos.
Los sufijos apreciativos se organizan en tres grupos: los diminutivos, los aumentativos y los peyorativos. En la sufijación apreciativa del castellano andino, son frecuentes los diminutivos: Los diminutivos abarcan todo tipo de palabras. Es posible hallar adverbios temporales, espaciales y modales en diminutivo. A menudo denotan aprecio.
- A ellita yo la quiero.
- Más aquisitos tienes que venir.
- Cuantas cervezas quiere? – dositas por favor
- Asicito nomas en aquí nos hablamos

Los metaplasmos en el español andino
La palabra metaplasmo es un cultismo griego que significa "transformación". Los metaplasmos en el español andino son frecuentes. Los metaplasmos, considerados figuras de dicción, son las alteraciones o modificaciones que sufren algunas palabras en su estructura. Se producen en el lenguaje oral: los hablantes, impulsados por la ley fonética del menor esfuerzo o de la economía fisiológica, realizan las alteraciones para suavizar o facilitar su pronunciación.

Metaplasmos por contracción:
pa’que / que’ps.
Las partículas modal pues y para sufren reducción vocálica en el habla andina,
ya’ps,  
sí’ps,  
¿Pa’que me has llamado?
¿Que’ps se habrá creído?

Metaplasmos por adición.
Epéntesis:
Se denomina Epéntesis a la adición de un fonema o más en el interior de una palabra,esto es, la intercalación o adición de un segmento, en general vocálico.

hey / tey / tray / peleyen / ahuritita / aycito.
Yo hey comido mucho
Tey dicho que no manejes rápido
Ya pues, peleyense de una vez
Auritita voy a regresar

Metaplasmos por supresión.
Los metaplasmos por supresión se producen con la eliminación de una o más letras de una palabra.

Metaplasmos por sustitución:
Ahura por ahora
Medecina por medicina

Metaplasmos por adición: prótesis
Dentrar por entrar
Nadies por nadie
Apócope
Usté por usted
Mini por Minibús

Transposición
Polvadera por polvareda.

Las partículas modales ya pues, no más, siempre, pero
En el plano morfosintáctico, se aprecian algunas diferencias significativas.
Las partículas modales ya pues, no más, siempre, pero en el castellano andino, un uso divergente al uso de la lengua general. Suelen ir al final del enunciado desempeñando diversas funciones.
 ¡Apurate pues!
Asicito nomas en aquí nos hablamos
No hey podido hacer la tarea siempre
Tan caro están las cosas pero

Onomatopeya
Generalmente son interjecciones onomatopéyicas las que pretenden describir relatos o sucesos con vivo realismo:¡lakaj!¡chátaj!,¡challaj!,¡chultin!,

“…Y él se había caído ¡lakaj!, después cuando a su casa se había ido, su mamá ¡chátaj! le ha dado en su cara, él tropezándose se ha salido y de puro enojo ¡challa!j ha roto dos vidrios de la ventana y ¡chultin! ha votado sus cosas al pozo…”
Características fonológicas
En el español andino nunca se aspira la /s/ Conservación de /s/ final de sílaba.

Ausencia del “yeísmo”
Entre los países que mejor conservan la distinciónentre “ll” con “y” se encuentra Bolivia, por lo menos en la parte occidental. No es acostumbrado escuchar por ejemplo “poyo” por “pollo”.

Confusión de vocales.
Se confunden las vocales /e/ con /i/ y /o/ con /u/, influencia del sistema tri vocálico del quechua y del aymara.
Inginiero por ingeniero
To papá e to mamá por Tu mamá y tu papá.
So brevete por favor…

Asibilación
Es un proceso de cambio fonético que consiste en la introducción del rasgo (sibilante o silbante. En Bolivia se asibilan las erres, en los grupos erre y de tr.

Acentuación paroxítona.
La acentuación paroxítona (dícese del vocablo llano o grave). Consiste en pronunciar las palabras con el acento tónico en la penúltima silaba. Esto podría explicarse por la influencia del quechua, en esta lengua casi todas las palabras tienen acento tónico grave.
Así cuando un quechua parlante habla el español, tiende a volver las palabras agudas en graves:
Sófia por Sofía
Chichárron por chicharrón

Tuteo y voseo.
En los Andes bolivianos  hay resquicios del voseo, sobre todo en el modo imperativo.
(El modo imperativo es empleado para expresar mandatos, órdenes o solicitudes taxativas).

Andate vos
Y vos callate
Vos tienes que ir a buscar al burro.

Debilitamiento y pérdida de vocales átonas:
Poquits por poquitos
Cosits por cositas
 A manera de conclusión podemos afirmar que el dialecto español boliviano en occidente, está marcado y entrelazado en toda su ubicuidad por el aimara y quechua y por lo tanto lleno de intrincadas formas de expresión. Así lo confirman los análisis fonéticos, morfosintácticos y gramaticales.


BIBLIOGRAFÍA
Arboleda, Rubén. El español andino. Universidad de Colombia, departamento de lingüística. Ciencias del lenguaje. Colombia: 2005.
Diccionario enciclopédico vox 1. Larousse editorial, s.l.: 2009
Escobar, A.M. Los bilingües y el castellano en el Perú, Instituto de estudios peruanos. Lima: 1990.
Ferguson, J. Fundamentos del mundo moderno, ed. MartínezRoca. Buenos Aires: 1970.
Merma,  Gladys. Lenguas en contacto: peculiaridades del español andino peruano. Tres casos de interferencia morfosintáctica. Universidad de alicante. Eula. España: 2004.

miércoles, 5 de octubre de 2011

asignar el login a un usuario SQL Server 2008

Muchas veces pasa que cuando restauramos una Base de Datos en SqlServer nuestro usuarios pierden el Login, para lo mismo les presento el siguiente query:

use miBD
alter user miUsuario
with login = miLogin

LIMPIANDO ARCHIVO LOG EN SQL SERVER 2008 R2

Muchas veces pasa que se nos llena el disco por que crecio el archivo con extension .Log de la Bd (esto generalemente cuando se tiene una enorme cantidad de transacciones), y el servidor se cae ya que no tiene espacio para ejecutar ninguna otra transaccion. para esto les presento el siguiente script:

USE miBD;
GO

ALTER DATABASE miBD
SET RECOVERY SIMPLE;
GO
-- Shrink the truncated log file to 1 MB.
DBCC SHRINKFILE miBD_log, 1);
GO
-- Reset the database recovery model.
ALTER DATABASE miBD
SET RECOVERY FULL;
GO

Que les reducira el log a 1 mega. Espero les sirva y no olviden comentar en el Blog :)

miércoles, 4 de mayo de 2011

COCINANDO EXTENSIONES CON LINQ


En esta seccion veremos como extender nuestras clases, inicialmente veamos una breve definición de que es una extensión:
“Metodo de extension: es un metodo estatico de una clase estatica, que usted puede llamar como si fuese un metodo de instancia de una clase diferente a donde se definió” (defunción ubicada en http://riegalabola.blogspot.com/ blog recomendable para saber que es una extensión)

Pues bueno ahora extenderemos una clase genérica (o de templeta llamada asi en el buen C); comencemos:
Nuestro objetivo es convertir una lista List en un datatable:
Bien el código para el mismo es:


using System;
using System.Reflection;
using System.Collections.Generic;
using System.Linq;
using System.Data;
using System.Text;

namespace MisExtensiones
{
    public static class Extensiones
    {
        public static DataTable toDataTable(this IEnumerable source)
        {
            //instanciamos el objeto a devolver
            DataTable dt = new DataTable();

            //extraemos el TIPO DE LA TEMPLATE PARA RESCATAR SUS PROPIEDADES
            Type tipo = typeof(T);
            // instanciamos las columnas aplicando algo de Reflection, una columna por cada propiedad del objeto
            foreach (PropertyInfo a in tipo.GetProperties())
            {
                DataColumn dc = new DataColumn(a.Name);
                dt.Columns.Add(dc);
            }

            //llenamos los datos por cada elemento
            foreach (var item in source)
            {
                DataRow dr = dt.NewRow();
                for (int i = 0; i < dt.Columns.Count; i++)
                {
                    dr[dt.Columns[i].ColumnName] = item.GetType().GetProperty(dt.Columns[i].ColumnName).GetValue(item, null);   
                }
                dt.Rows.Add(dr);
            }

            return dt;
        }


    }

}

Bueno para aclarar que es reflection es necesario leer: http://msdn.microsoft.com/en-us/library/ms173183(v=vs.80).aspx

Ahora pongamos en acción nuestras líneas de código:
Inicialmente construiremos una clase modelo persona:

public class Persona
        {
            public string nombre { get; set; }
            public string apellidos { get; set; }
        }
Seguidamente instanciamos una lista de la misma recuerden agregar las extensiones (no olviden agrear la linea using MisExtensiones en su codigo para poder usar la extension):

static void Main(string[] args)
        {
            List<Persona> l = new List<Persona>();
            Persona a = new Persona { nombre = "Ruben", apellidos = "Chalco"};
            l.Add(a);
            a = new Persona { nombre = "Ronald", apellidos = "Bedregal" };
            l.Add(a);
            a = new Persona { nombre = "Ramon", apellidos = "Caceres" };
            l.Add(a);
            //eh aqui nuestra extension :D
            DataTable dt = l.toDataTable<Persona>();
        }
Fijase en el intellisense como se visualiza el datatable:


Y listo sírvase este delicioso aplicativo de Test de nuestra extensión.



viernes, 25 de febrero de 2011

LA TRAVESÍA EN MINIBÚS POR LA CIUDAD DE EL ALTO

ANTROPOLOGÍA DE LO COTIDIANO
LA TRAVESÍA EN MINIBÚS POR LA CIUDAD DE EL ALTO
Johnny campos Lora

Quien dijo que: “El camino no importa, lo importante es llegar”,
seguro que nunca esperó un autobús en lluvia.
CONTEXTO.
Vivo en el barrio “El Kenko”, (donde José Manuel Pando fue asesinado el 15 de junio de 1917) a varias cuadras de la Zona Franca hacia adentro. Es un barrio diseñado y construido por Mutual La Paz y por esa razón su nombre oficial es “Urbanización Mutual La Paz”. En principio destinado a militares y a trabajadores de la Cervecería Boliviana Nacional. Tiene unos veintitantos años de antigüedad, al menos la tercera fase. La urbanización es un conjunto de viviendas denominadas sociales, pequeñas casas para una familia nuclear -4 miembros-. Con el tiempo la homogeneidad casi estética y típica de un barrio con planificación urbana va perdiéndose. Ahora hay casas de dos o tres plantas multicolores y de aspecto variopinto.

COMPLETO, VAMOS.
Salgo de mi casa a las 7 y 23 de la mañana. El día está nublado y aun queda el vaho de la niebla típica de esta zona. Voy caminando por la Avenida “A”, es cómoda, ancha, pavimentada, con tragatormentas y rompemuelles. Por la calzada veo pasar raudamente 3 minibuses llenos –es hora pico-. Debo apresurarme para llegar a la parada que está a principio de la avenida, a seis calles por delante. Llego a la parada y hay una veintena de personas en la fila, todas apuradas, todas impacientes. De vez en cuando pasa un taxi, preguntan cuánto cuesta ir hasta a la Ceja. - 12 bolivianos- responde el taxista con un marcado acento aimara. Alguien de la fila no entiende la respuesta del taxista y lanza un ¿qué?, otro explica: -¡quiere decir que si van 4 personas cada una de ellas pagará 3 bolivianos que en total suman 12 o 3 personas que pagaran 4 bolivianos o tú solo que, dado el caso, pagarás 12 bolivianos!. Si, hoy la gente está con pocas pulgas.
Casi 15 minutos después llega el minibús ansiado: es un NISSAN blanco y con letras chinas en el lateral derecho; tiene en la parte inferior de atrás un balón de gas amarillo sujetado por anillas plateadas.   Es un “transfomer” un auto que originalmente tenía el volante al lado derecho. En el Alto hay varios talleres especializados para la “transformación o adaptación mecánica de autos asiáticos para que pueda circular en las altiplanicies bolivianas”.
El ayudante –un jovenzuelo de unos 16 años- dice: -completo, vamos-.
El chofer acelera, el minibús está lleno, el ayudante está parado sin asiento. Estamos dando la vuelta la rotonda y en la esquina de frente se halla una persona, viste traje y corbata, mirando ostensiblemente su reloj –seguro a punto de atrasarse -. Él hace un ademán interesante con el dedo índice señalando hacia abajo varias veces. El ayudante decodifica esa señal automáticamente y dice al chofer –espaldar-, esto significa que el trajeado tendrá que acomodarse entre la espaldera del asiento de adelante –lado del chofer- y el espacio de la primera fila de los asientos de los pasajeros. Con el supernumerario dentro estamos más incómodos aún.
El chofer pone música cristiana –deduzco que es hermano evangélico o protestante- esto se corrobora con los letreros de las paredes del minibús: dios te ama, el camino es la verdad, etc. Sin embargo su religiosidad expresada en sus parlantes de alta fidelidad no es freno para gritarle a la pasajera que se tarda en bajar del minibús por tener un bulto. El ayudante más considerado que su jefe se dispone a ayudarla.

SOLIDARIDAD.
Pero no todo es maltrato o violencia verbal en el minibús. Las personas saludan al entrar, piden permiso y agradecen, algunos despliegan el asiento para que el otro pueda sentarse.
La niña que va sentada en el extremo izquierdo del minibús, vestida con blusa blanca, chompa verde y falda escocesa, titubea y expresa con voz lastimera: -me he equivocado de línea-. El chofer hace un mohín de disgusto, para en seco y exige a la niña el pasaje, la señora de pañoleta verde le para en seco y exclama: -¡cómo le va a cobrar, si solo tiene para su pasaje¡. Los demás pasajeros apoyamos con un –sííí- a la dama de pañoleta. Incluso el señor gordo de la primera fila le grita al chofer: ! carajo¡¿no tienes hijos?. Al chofer no le queda más que ceder, echa a andar el auto balbuceando la palabra “perjudicar”. Seguimos por la avenida.
Al avanzar las calles, el voceador va gritando Ceja, Ceja, cruce Taquiña, cruce Viacha, de pronto el minibús se detiene en una esquina donde aparentemente no hay persona alguna esperando, sin embargo al agudizar la vista vemos que del otro extremo de la calle viene una mujer corriendo con una niña de la mano. Esperamos como tres minutos, ellas llegan cansadas y resoplando, la puerta del minibús se cierra y vamos en camino. El voceador exclama- completo-.

PROXÉMICA
Las relaciones interpersonales por una parte se miden por la distancia (proxémica lo llaman los teóricos de la comunicación no verbal). Según la proxémica solo permitimos a las personas más intimas (amigos íntimos, pareja, hijos), una distancia mínima o nula entre nosotros. Sin embargo esto no sucede al interior de los minibuses, nos sentamos con personas que generalmente son ajenas y que sienten los mismo que nosotros procurando portarse lo más impersonales con los demás; pero uno no puede evitar que le llegue el perfume, la colonia o la conversación que hace el vecino por su celular, es una incomodidad cotidiana e inevitable. Mi vecina de ocasión expele un perfume fuerte y penetrante, la fragancia me relaja el estómago, es que estoy sin desayunar.

COBRO DE PASAJES.
Cerca a la carretera principal, se baja mi vecina, tiene un look de secretaria. Sube un pasajero con un billete de a 20 bs. en la mano, pregunta al ayudante ¿vas a tener cambio?, el ayudante asiente. Este detalle que parece sin importancia, es decisivo, muchas veces el ayudante o el chofer te dejan a medio camino por no tener moneda sencilla.
El ayudante dice en voz alta –alistarse pasajes, sueltitos nomás-  va cobrando y en algunos casos alguien paga con moneda de dos o cinco bolivianos. Luego el ayudante dice: -cambio de dos, cambio de cinco-, lo hace para no equivocarse, es en último término un truco mnemotécnico.
A  su vez los pasajeros que no confían en la efímera memoria del ayudante al momento de pagar le dicen: son dos bolivianos y el ayudante  contesta ¿de uno no?..
Llagamos a un cruce – cruce Taquiña, ¿alguien baja? – el silencio es obvio- y seguidamente el ayudante afirma tácitamente: ¡nadies!

FLORES INCOMODAS POR EL CAMINO
Seguimos por la Avenida 6 de Marzo, ésta tiene pocas pasarelas. A lo largo de la avenida se ven  diseminadas cruces y flores. Señal de imprudencia de peatones y choferes, es también un indicio de carretera peligrosa.
Después de la luz verde a través de la avenida vemos pasar gente impávida. Hay personas que saltan los bloques protectores de cemento y la jardinera y corren para alcanzar el extremo opuesto de la avenida. En el minibús, la señora de pañoleta verde comenta: -mira a ver, como se atraviesan. La vecina de su asiento contesta: -es  que las pasarelas están muy distantes entre unas y otras. Sí es cierto. Lo curioso es que cerca a la pasarela subsiguiente a los pies de la misma están depositadas flores rojas, blancas y una cruz, señal indudable que alguien falleció en ese lugar tal vez por no usar la pasarela que estaba a su alcance.

“TU ENVIDIA ES MI FUERZA”
Desde el minibús, la ciudad parece un escaparate o un programa de tv en vivo, estoy viendo las partes traseras de los minibuses contiguos al nuestro. Muchos de ellos tiene algunos mensajes, nombres y advertencias en letras grandes: “Tu envidia es mi fuerza”,” “Me miras y lloras”, “Maldito amor”, “Cristo viene”, ”Papito alteño” “Callpeño – te sigo amando”, “Mi vida a nadie le importa”, “Quien te quiere, quien te ama, Joselito se llama”, “Yo confío en Cristo”, “Fugitivo II”, “El infractor”, “Kings Cobra”, etc..
Seguimos adelante, después de la luz verde. El ayudante dice: -calle 5, ¿alguien baja?-.- contestamos al unísono tres personas. Pero el minibús no puede estacionarse al extremo derecho de la avenida para que podamos bajar, pues existe como siempre un embotellamiento fatal. El semáforo está en rojo, el chofer nos dice -aprovechen semáforo- y nos bajamos en plena avenida.
Atravieso la avenida y tomo el minibús que va a Río Seco. A estas horas, la parada de la calle 5 está repleta de minibuses que parten llenos a cada instante. Hay un coreo de voceadores –“Complejo, Rio Seco, Ex tranca- gritan. Ya en el minibús el ambiente es casi el mismo del primero. Esta vez el ayudante es una mujer joven de pollera – que a lo mejor es esposa del chofer- pues lleva delante de la primera fila de asientos de los pasajeros a su guagua. El pequeño está colgado a manera de hamaca de un aguayo amarrado de la tubería que sirve de apoyo y de división transversal del minibús.
Ya por inmediaciones del aeropuerto, el minibús se detiene por el semáforo en rojo, viene un canillita que vende al chofer “El Extra”, un periódico de crónica roja muy popular. También se acerca un limpiaparabrisas, es una sujeto desarrapado, cabello hirsuto  y ojos rojos, acaso con problemas de droga o de alcohol. Acaba su trabajo y sin decir palabra extiende la mano, inmediatamente el chofer le paga 50 centavos. El embotellamiento cerca al aeropuerto es desesperante. Un pasajero que quizá fue policía comenta: - los destinos, las paradas y las líneas antes los reglamentaba y normaba Transito, ahora es la Alcaldía y no está haciendo bien su trabajo-.
-¡Esquina me quedo¡- digo y la ayudante repite: - esquina se queda….
Bajo y el minibús se marcha casi al instante perdiéndose en esa masa blanca de vehículos públicos.

¡CEJA A CINCUENTA CENTAVOS!
Regreso a mi casa, cerca de las once de la mañana, subo la pasarela de la Avenida San Pablo II y desde arriba puedo ver a la gente que pasa la avenida en zigzagueo esquivando a las movilidades. Haciendo una pausa en el relato, como boliviano de occidente que soy, para mí siempre fue natural decir –movilidad- a los automóviles- sí, con apocope. Hasta que en Santa Fe de Bogotá  en una estadía de 10 días en mi época de universitario, mi querido amigo Roberto Solarte a la sazón catedrático de comunicación de la Universidad Javeriana, hizo burla de mi expresión “movilidad”. -Se me hace extraño- decía él –la movilidad para mi es simplemente la propiedad de moverse y nosotros acá decimos carro a lo que tu llamas graciosamente “movilidad”-. Ahora le podría decir a Roberto que nosotros llamamos papaya a una fruta, lo que ellos llaman provocación.
A estas horas, los minibuses están en oferta –no pasan velozmente por tus narices, su marcha es pausada, -Ceja, Calle 2- gritan los voceadores. Viene un minibús y el voceador grita -¡Ceja cincuenta centavos¡. Es preferible rebajar el pasaje para no irse vacío. La gente se sube inmediatamente, la mayoría estudiantes de la UPEA. El ambiente dentro el minibús es parecido al de la mañana.
Por la tarde hago el mismo recorrido de ida sin más novedad – y perdón por la elipsis brutal-.

EL CALVARIO DE TODAS LAS NOCHES
Por la noche de regreso a eso de las 8 y 30, la cosa cambia. En la Ceja no veo un solo minibús que vaya al “Kenko”. No es un destino de preferencia de los choferes, -no conviene- dice uno -, -tenemos que regresar vacios-. Por eso mismo de todos los minibuses que parten de la Ceja casi el 60 % van a Villa Adela, el 30% a Viacha y el 10% a otras zonas.
El minibús que es parte del 10% se hace esperar  45 minutos entre vaivenes de los pasajeros. Llega el minibús de la ciudad de La Paz. La gente se aglomera y pregunta con desesperación pues como dice la canción “gotas de lluvia caen sobre nuestras cabezas” - ¿Kenko?- .El ayudante responde un lacónico sí. Inmediatamente la gente se sube estrujándose, codeándose, peleándose por entrar antes. El minibús no puede partir inmediatamente, hay otros minibuses delante.

EL ROBO.
Cuando todos nos encontramos sentados y a punto de partir, una sombra, un espectro aparece y se acerca al minibús, pero la escena es tan rápida que apenas nos percatamos. El delincuente se acerca subrepticiamente a la ventana de la mujer de más o menos 30 años que habla por celular al lado de la ventana, el aparecido desliza el vidrio de la ventana del minibús y le arrebata el celular –la escena dura como 2 segundos-.  La mujer grita y nadie puede hacer nada. Yo alcanzo a ver a la sombra, pues estoy ubicado en la parte posterior del minibús, doy vuelta la cabeza y el delincuente es un adolescente de 17 a 18 años, delgado, ágil como un gato,  vestido totalmente de negro. Se escurre velozmente y se pierde entre los vericuetos de los autos estacionados, entre el bullicio y la multitud de personas que trajinan sin pausa.  

NORMAS DE TRÁNSITO, UN SALUDO A LA BANDERA
Aún así el viaje debe continuar. Entre las calles 6 y 7 de la venida 6 de Marzo, el chofer no respeta los semáforos en rojo. Pasa sin ninguna dificultad –técnica, ética ni normativa- . De pronto el minibús dobla a la derecha entrando sin más a los ambientes de una gasolinera. El chofer se pronuncia: -voy a cargar gas señores pasajeros-. Un señor de bigote y voz cascada por los años reclama -¿Cómo pues tenemos que esperar¡ no tenemos tiempo, además es prohibido cargar combustible con pasajeros-. El chofer no escucha, es parte de su rutina no escuchar a los pasajeros e ignorar las reglas de tránsito cuando le conviene. Se detiene frente al expendio de gas. El ayudante con tono imperativo dice: -¡señores pasajeros tienen que bajar  sino, no va a  cargar gas¡-. La gente baja en son de protesta, pues para colmo está lloviendo más fuerte. Una señora de edad avanzada y con los huesos crujientes dice: - yo me voy a quedar nomás, que me importa…. -. Salgo del vehículo y me protejo de la lluvia parándome bajo el alero de la gasolinera, envidiando al chofer pues el encargado de la gasolinera le sirve café caliente en un vaso desechable como política de su marketing intuitivo.
Partimos, el ayudante pregunta si alguien va por Santiago II y no habiendo respuesta alguna dice su inefable ¡nadies¡. Entonces el chofer no ve la necesidad u obligación de seguir con su ruta oficial. Obviando el camino que va a Santiago II, marchamos, la gente se sube y se baja en diversos puntos hay tres asientos vacios y el ayudante sigue anunciando a gritos el destino. Una señora está levantando la mano para que el vehículo se detenga. El ayudante mira la naturaleza del bulto que lleva la señora y dice: - vamos no mas- y seguidamente explica al chofer -es que tiene un montón de baterías y nos va a llenar y perjudicar la salida-. 

MÚSICA, DISTINCIÓN Y GUSTOS
Los últimos minibuses –NISAN, SUBARU, TOYOTA, ya vienen de origen con sistema de sonido Dolby estéreo cuadrafónico con alta fidelidad y con sistema bass. Los choferes ponen su música a full y no les importa (como siempre) si les gusta el tema a los demás. El gusto y la distinción (de clase, género, edad, etc.) es relativo, Bourdieu lo explica ampliamente en alguna de sus obras: “Los sujetos sociales se diferencian por las distinciones que realizan –entre lo sabroso y lo insípido, lo bello y lo feo, lo distinguido y lo vulgar”. Los gustos, son la afirmación práctica de una diferencia inevitable y cuando tiene que justificarse, se afirman por medio del rechazo o negación de otros gustos. El gusto musical del chofer de minibús abordado es la cumbia. Esta vez le toca debutar a Américo que canta el tema “El Embrujo” que no a todos gusta, una señora de cabellos plateados dice: -es música de chojchos y ñojos-,  pero algunos pasajeros hasta tararean y llevan el ritmo elevando la punta de los zapatos levemente. El cumbiero Américo le es totalmente indiferente al joven de chamarra de cuero salpicada de tachuelas, el está feliz escuchando su música de preferencia con los audífonos de su celular - walkman Sony Ericsson.

“ESQUINA, ME QUEDO”
Estoy llegando a mi destino y con anticipación de media cuadra digo: -esquina me quedo-. El ayudante pregunta de la avenida o del frente, le digo que del frente. Me bajo apresuradamente agradeciendo por haber llegado a mi destino sano y salvo, miro mi reloj y marca las 10 y 32 de la noche.
En la esquina de mi calle me detengo a comprar pan, pago al vendedor con una moneda de 5 bolivianos  él rechaza mi moneda - es falsa- me dice, yo me esfuerzo por ver los detalles de la moneda pues la mortecina luz pública no ayuda. Es una moneda argentina con bordes plateados y centro dorado, muy desgastada a propósito para que el incauto crea que es moneda boliviana. Mala suerte. Los vaivenes apresurados y el recibir cambio con indiferencia, me predisponen a pensar que en el Alto tienes que estar siempre con los ojos zahorís.
Llego a mi casa, abro la puerta y encuentro en el piso, cerca al umbral, un pequeño listón de papel que a la letra dice:

COMUNICADO
Sr. (a) Vecino (a):
La junta Vecinal de la Urbanización “EL KENKO”, comunicamos a todos los vecinos del sector sur, que el costo de pasajes en los minibuses de la ceja y viceversa es de 1. Bs. No existe ningún incremento  ni convenio para la elevación de tarifas, así mismo la parada del sindicato Sagrado Corazón a partir de las 18,30 p.m. y servicio nocturno es en la puerta de INFOCAL. Con destino al KENKO, CONVIFAG y otros. Por cualquier cobro por demás, anotar las placas y comunicar al directorio para realizar la debida denuncia ante las Autoridades pertinentes.
Ciudad del Alto 15 de febrero de 2011.
El Directorio